top of page

Tu pasión puede transformar tu vida, Diego Gahu, una vida que inspira.

Foto del escritor: Cabo EsCabo Es

Actualizado: 18 feb 2022

Cuando tengo la cámara entre mis manos siento como si una chispa se encendiera, me da mucha energía, hace que mi creatividad despegue y que mi noción del tiempo desaparezca. Superé mi miedo, así iba a lograr vivir haciendo lo que más me gusta y motivar a otras personas a arriesgarse a ir por aquello que tanto aman. La fotografía me corre por las venas y pienso que también es mi manera de expresarme.

Diego Alberto Gamero Huayhua


Con el inicio del año, muchos nos ponemos metas por cumplir, descubrir nuestras pasiones y hacer realidad aquellos sueños que nos han acompañado por años, hoy conoceremos un hombre que inspira, una vida llena de aventuras y decisiones.

En la entrevista de hoy conoceremos al biólogo Diego Gahu, quien es también fotógrafo de naturaleza, originario de Huancayo Perú, comparte con nosotros este camino de aventura, pasión y miedo que lo han llevado a cumplir sus sueños, mostrando al mundo la belleza que nos rodea en la naturaleza.


″Estudié biología en la Universidad Peruana Cayetano Heredia, el último semestre de mi carrera lo hice como alumno de intercambio en La Paz, México en la UABS. Fue en esta misma universidad donde poco tiempo después me especialicé en Ecología Marina a través de una maestría.


La fotografía formó parte de mi vida desde que soy niño, pero adquirió un papel trascendental mientras vivía en México. Llegó a mi vida en un momento clave en el que me sentía desubicado.


Durante mis estudios de maestría, gracias a un programa de movilidad estudiantil del posgrado, tuve apoyo económico para poder hacer una pasantía en Estados Unidos. La intención de esta oportunidad es que pudiera establecer un buen lazo académico con un investigador para poder continuar mi doctorado bajo su dirección.


La experiencia fue muy buena, me esforcé mucho y aprendí bastante, sin embargo, durante el proceso me di cuenta que el estilo de vida de un investigador no era lo que realmente me apasionaba. Ya anteriormente, mientras estudiaba biología en Perú, había tenido muchas dudas al respecto, pero no fue hasta ese punto de mi vida donde realmente comprendí y acepté que ser científico no era para mí.


Darme cuenta de esto fue frustrante, porque por más de 7 años yo me había dedicado a formarme como investigador y al haber aceptado que eso no me gustaba del todo, para mí significaba como si hubiera “desperdiciado” todo ese tiempo. Además, ser científico era todo lo que sabía hacer, sino iba a dedicarme a ello, entonces ¿de qué iba a vivir? Esa pregunta me conflictuaba mucho.


En medio de este dilema, lo único que quería hacer era escapar de la realidad: Un día, después de terminar mi trabajo de laboratorio, decidí escaparme a un bosque acompañado de mi cámara. Pensé que, si mi amor por la naturaleza me había inspirado a estudiar biología, entonces estando rodeado por ella iba a encontrar paz y también una solución y así fue.






La manera que descubrí de interactuar con tanta majestuosidad fue a través de la fotografía. De allí en adelante, sólo pensaba en cómo conseguir retratos que hicieran justicia a la perfección que mis ojos contemplaban en ese bosque. Fue en esas salidas, que se hicieron diarias, que decidí dejar la ciencia y dedicarme a la fotografía. Allí en Estados Unidos, abandoné la idea de ser un doctor en ciencias y fue a la investigadora que me había aceptado amablemente en su laboratorio, la primera persona a quien le conté mi decisión. Increíblemente me apoyo y me deseó lo mejor. Ese cambio en mi vida es una de las mejores decisiones que he tomado, estoy muy feliz y orgulloso de ello, años después de mi decisión, mi pasión por la fotografía evolucionó a la filmación y eso me ha traído muchas más alegrías.


Las fotografías nos permiten establecer una conexión entre las personas y la vida silvestre. Por medio de las imágenes los humanos podemos ver, lo que los ojos de quienes trabajamos en campo presenciamos. Es nuestra misión como fotógrafos comunicar a través de una, o varias imágenes, las historias de los seres vivos.

De esta manera logramos que la población conozca más de ellos y que descubran que las especies que viven en nuestro planeta también tienen una vida fascinante, pero que de igual manera, hay algo que las puede estar amenazando. Conocer lo asombroso de la naturaleza genera un vínculo y es gracias a él que las personas decidimos dar el primer paso a proteger aquello que nos importa.





Lograr crear esa motivación e intensificarla es, en mi opinión, la misión que perseguimos quienes hacemos fotografía de naturaleza. En otras palabras, lo que buscamos es influir en los sentimientos de las personas para que amen la naturaleza y la cuiden.


Cuando tengo la cámara entre mis manos siento como si una chispa se encendiera, me da mucha energía, hace que mi creatividad despegue y que mi noción del tiempo desaparezca. Mientras tomo fotos o filmo, no dejo de hablar “al aire”. Converso conmigo mismo con cada disparo.


Durante el tiempo que viví en México, tuve el gusto de conocer principalmente la Península de Baja California Sur, por el lado del Pacífico visité desde Bahía Magdalena hasta Todos Santos y por el lado del Golfo de California, desde Bahía Concepción hasta Cabo San Lucas. Puedo decir que conozco muy bien los increíbles arrecifes de la península y que reconozco los sorprendentes cambios en el paisaje submarinos a lo largo de toda esta región.


Para mí la BCS es el hogar de una belleza particular. Pensar en que existe vida en un desierto me parece una proeza épica que sólo la naturaleza puede lograr. La vida silvestre adaptada a vivir en un calor tan intenso y con poca agua es algo sorprendente.


Ver el nacimiento de las tortugas marinas, es una bonita poesía. La vida brota entre los abrazadores y secos granos de arena que a diario contemplan como el mar acaricia las costas del desierto ¿No es eso fantástico? Para mí lo es y así como ese ejemplo hay muchas “poesías” viviendo en la Baja Sur, como cuando todo el paisaje desértico se tiñe de verde con las gotas de agua, o como las ranas que emergen de la tierra que cuando suelo se humedece con la lluvia y cantan por las noches. Lo que sucede en la BCS es fascinante, nunca creía que la vida del desierto me pudiera sorprender de esa manera.″



Diego es un hombre que inspira desde el momento en el que escuchas su pasión por la foto o cuando describe lo maravilloso de la naturaleza de nuestro estado, con el firme objetivo de compartir sus conocimientos, crea contenido para sus redes sociales, donde da tips y consejos para fotos y vídeos. Les dejó sus redes sociales para que lo sigan y sean testigos de su talento.














63 visualizaciones0 comentarios

Entradas recientes

Ver todo

Comments


©2021 por Cabo Es. Creada con Wix.com

bottom of page