Porque amando a Dios con todo tu ser primero podrás amar todo lo que te rodea, te amas a ti mismo, amas a los demás. Amas las cosas y circunstancias de vida porque todo lo amas y lo haces desde Dios. La fe es una palabra tan pequeña pero tan grande, la fe es confiar.
MARÍA ALEJANDRA BARAJAS LOZOYA M.H.P.V.M.
Originaria de Huatabampo, Sonora, hija de padres dedicados a la docencia, con una hermana gemela que se llama Alejandra María y un hermano menor Rafael, a sus 44 años de edad, dirige unos de los Colegios más importantes y con mayor prestigio en el municipio de Los Cabos, hoy en la entrevista conoceremos más sobre la vida de la hermana María Alejandra Barajas Lozoya, directora del Colegio Ugarte de los Cabos AC
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″Mis padres fueron maestros de gobierno en nivel secundaria, de ellos aprendí maravillas de la vida, mi mamá Lupita Lozoya fue formada en la fe católica por mi abuela Vicenta Gámez, con ellas fue con quien tuve un acercamiento a la práctica de la fe y no sólo los rezos que todos aprendemos sino también el servicio de los más necesitados en todos los ámbitos de la vida que vino a fortalecerse con el compromiso social de mis papás, quienes siempre formaron parte de grupos de voluntariado y ayuda social a través de asociaciones extranjeras (ciudades hermanas con EU).
Desde los 15 años decidí formar parte de los grupos juveniles en la parroquia de Cristo Rey, ahí empecé un proceso personal de crecimiento en la fe y madurez humana, En mi etapa de adolescencia me costó un poco los estudios, pero siempre me esforcé por dar lo mejor de mí. Y cuando menos pensé ya estaba terminando bachillerato y había que elegir carrera.
No lo pensé mucho y decidí ser maestra de educación preescolar, gracias al apoyo incondicional de mis papás lo logré, está fue una etapa hermosa de mi vida porque seguí colaborando en la iglesia católica en los movimientos juveniles.
María Alejandra es una mujer que como muchas estaba deseosa de desarrollarse personal y profesionalmente, pero ¿Cómo fue que llegó su interés por la vida religiosa?, aquí nos cuenta los detalles de esta decisión que le ha permitido tocar y cambiar la vida de muchas personas.
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Antes de terminar mis estudios universitarios formé parte de un grupo llamado pastoral vocacional Diocesano era un grupo de universitarios, seminaristas y matrimonios, ahí seguí creciendo en mi fe dando temas, talleres y retiros a otros adolescentes.
Mientras tanto yo vivía mi vida como cualquier joven de 18 años ir fiestas, salir con amigos, bailar, ir a la playa, estudiar, entrene softbol por un tiempo, al concluir la carrera profesional en la normal regional de Navojoa, Sonora, me dieron mi plaza de maestra, aquí empezó una inquietud muy grande por conocer más de lleno la vida religiosa. Cierto es que mi inquietud vocacional por ser religiosa inició desde pequeña como cuarto o quinto de primaria, yo decía que me iba ir de monja. Aunque con el paso del tiempo he descubierto que desde que Dios me dio la vida ( recuerda que soy gemela) tenía un llamado especial para mi: Ser hermana.
Cuando llegó el momento de presentarme a trabajar como maestra en Cucurpe, un pequeño pueblo ubicado en la Sierra de Sonora, que logró transformar mi vida personal y espiritual. Leyendo la Palabra de Dios, un regalo que recibí así como un librito pequeño de los 5 minutos de oración en el hogar. Fue aquí cuando me decidí a vivir una experiencia de vida religiosa para profundizar y conocer más.
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Después de vivir dos años de acompañamiento espiritual y vocacional, decidí vivir con las religiosas, donde más me sentí en sintonía de vida, así llegué a las Misioneras Hijas de la Purísima Virgen María.
A la mayoría de las personas en algún momento nos da curiosidad saber cómo es la vida religiosa, con mucho respeto le pregunté a la hermana María Alejandra si podía compartir un poco sobre sus rutinas y esto fue lo que compartió muy amablemente.
″Nosotras vivimos en comunidad”, tenemos un horario, orando, trabajando y sirviendo en una misión específica cada una. Aquí en San José del Cabo tenemos el Colegio Ugarte. Amamos y consolamos el Corazón de Jesús a través del acompañamiento educativo desde preescolar hasta preparatoria.
Para eso me toca en este momento servir como directora general, mis hermanas de comunidad tienen su propia misión, por ejemplo, ser directora de preescolar, ser administradora, maestra de preparatoria. Mientras que en casa se quedan dos hermanas que apoyan con el servicio de casa, cocinar, lavar y sobre todo orar, su misión principal es orar por tantas necesidades que hay en el mundo y sobre todo aquí en la localidad de Los Cabos.
Algunas otras hermanas religiosas están sirviendo a Jesús, en casa hogares, ayudando a indígenas, en la selva de Perú o en la huasteca Potosina en México, acompañando migrantes en EU, ayudando a las mujeres y su salud en África. También hay algunas otras en alguno de los 25 colegios en México. Las Misioneras Hijas de la Purísima Virgen María, tenemos misiones en EU, Perú, África y México.
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María Alejandra es testimonio de vida de fe, no importa la religión que profeses, el amor al prójimo y el ayudar a los demás siempre tendrá un momento gratificante en nuestro existir. Pero cuáles han sido algunas de las situaciones más gratificantes en la vida religiosa de la hermana.
″He sido muy feliz, todo me fascina de mi vocación religiosa”, por ejemplo, vivir de misionera en la selva del amazonas en el sur oriente peruano por cuatro años apoyando en la misión educativa, en una oficina estatal de gobierno en unión con la iglesia y el poder tener amistades que Dios te regala en momentos especiales de tu vida, hacen crecer mi familia.
No todo siempre ha sido fácil, por ejemplo, cuando me lance a dejar todo lo que había conseguido y lo que conocía, a mis papás les costó tres años aceptar mi elección de vida vocacional porque profesional ya la había elegido y vivido que era ser maestra.
Poder seguir siendo educadora y religiosa ha sido un regalo maravilloso, es vivir en plenitud lo que siempre busqué. Para nosotros es importante que los niños aprendan a creer, porque eso les ayudará a vivir de una manera armonizada e integral, pero sobre todo porque la inteligencia académica necesita de la inteligencia espiritual y qué mejor que creer en Dios, que está presente en todo momento fortaleciendo y guiando nuestro ser.
Colegio Ugarte y todos los Colegios de la red de Las Misioneras Hijas de la Purísima Virgen María, somos escuelas católicas, educación particular con una misión y visión específica en el tipo de hombre que deseamos formar.
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Vivimos la filosofía humanista por eso acompañamos la educación con la formación, crecimiento y vivencia en la fe católica dentro del proceso académico. Todo alumno que ingresa al Colegio debe llevar la clase de fe, participar, vivir y compartir actividades propias de la fe católica, especialmente con la espiritualidad Mariana.
La fe es un acto personal: La respuesta libre del hombre a la iniciativa de Dios que se revela, pero la fe no es un acto aislado, nadie puede creer solo, como nadie puede vivir solo, nadie se ha dado la fe a sí mismo, como nadie se ha dado la vida a sí mismo.
El creyente ha recibido la fe de otro, debe transmitirla a otro, nuestro amor a Jesús y a los hombres nos impulsa a hablar a otros de nuestra fe, cada creyente es como un eslabón en la gran cadena de los creyentes, yo no puedo creer sin ser sostenido por la fe de los otros, y por mi fe yo contribuyo a sostener la fe de los otros. ⁻Catecismo de la iglesia católica #166⁻.
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En estos momentos de incertidumbre a nivel mundial, por la pandemia, los desastres naturales y todo aquello que pone en peligro a la humanidad, la hermana María Alejandra nos comparte un mensaje de paz, de amor y de fe;
Crean, no pierdan la fe, amen y cuiden a su familia, perdonen aquello que los ha lastimado o si han lastimado. Y como dice nuestro carisma educativo: Sean presencia cercana, amable, compasiva y alegre para cada persona que les rodea y así también se sumen a la misión del amor y consuelo al corazón de Jesús. Empezando con acciones concretas en sus familias y con las personas más cercanas a su alrededor.
Agradezco el tiempo, la disponibilidad y la confianza de la hermana María Alejandra para la realización de esta entrevista.
Gracias hermana por su ejemplo !!! Y su alegría!